martes, 25 de agosto de 2009






....Llegó el día de dejar a Iris Duarte en el avión de regreso. Era un vuelo matinal, lo cual lo hizo difícil. Yo estaba acostumbrado a levantarme después del mediodía; era un buen remedio para las resacas y me haría vivir cinco años más. No sentía tristeza mientras la llevaba al aeropuerto. El sexo había estado de puta madre; nos habíamos reído. Difícilmente podía recordar una temporada más cabal, ninguno de los dos exigía nada y sin embargo había habido un calor tierno, no había sido algo falto de sentimiento, carne muerta acoplada con carne muerta. Detestaba tipos así de relaciones, el tipo de relaciones sexuales de Los Ángeles, Hollywood, Bel Air, Malibu, Laguna Beach. Extraños al conocerse, extraños al despedirse. Un gimnasio de cuerpos innominados masturbándose mutuamente. La gente amoral suele considerarse más libre, pero a menudo carecen de la capacidad de sentir o de amar. Así que se hacían swingers. Los muertos jodiendo con los muertos. No había juego ni humor en su práctica, era una cópula de cadáveres. La moral era restrictiva, pero estaba afianzada en la experiencia humana a través de los siglos. Algunas morales tendían a mantener a los hombres esclavizados en fábricas, en iglesias y fieles al estado. Otras morales simplemente tenían buen sentido. Era como un jardín lleno de frutas venenosas y frutas buenas. Tenías que saber cuál escoger y comer y cuál abandonar....

(extracto de Women, de Charles Bukowski)

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